martes, 17 de noviembre de 2009

EL DESEMBARCO INGLES


San Carlos, el escenario [editar]
Desembarco británico en la Isla Soledad y combates subsiguientes (21 de mayo de 1982).El lugar elegido era la zona occidental de la isla Soledad, sobre el estrecho de San Carlos, cerca de su extremo norte. Allí se forman dos brazos de agua que penetran profundamente en la costa; sus aguas son poco profundas y sus playas son suaves, aptas para una operación de desembarco. Sobre la entrada de agua ubicada al norte estaba el Puerto San Carlos, mientras que sobre la entrada sur se encontraba el Establecimiento San Carlos. Ambos lugares poseían pocas casas, y en Puerto San Carlos había una escuela. Al noroeste de Puerto San Carlos, sobre la península de Fanning Head había una pequeña elevación del terreno que los argentinos bautizaron “Altura 234”. Al este de Establecimiento San Carlos había otras alturas, y al sur se encontraban las alturas Sussex, que interrumpían el camino hacia Darwin.

Los británicos habían elegido este lugar después de analizarlo bien y tras descartar otras alternativas. Durante la primera quincena de mayo enviaron unidades especiales que reconocieron el lugar e informaron que no había defensores allí. Sin embargo aunque los argentinos no mantenían en San Carlos una guarnición fija, sus patrullajes en la zona encontraron evidencias de las incursiones británicas, razón que los llevó a emplazar un Equipo de Combate en la zona de Puerto San Carlos y Fanning Head, el 15 de mayo. Los británicos se enteraron de la presencia de estas tropas cuando desembarcaron.

Planes enfrentados [editar] Plan de desembarco británico [editar]La elección del lugar, como ya fue dicho, se debió a la consideración de varios factores.

El lugar no estaba defendido (incluso aunque los británicos no esperaban encontrar ningún soldado argentino allí, no había una guarnición capaz de impedir un desembarco)
La serie de alturas que rodeaban el lugar ofrecía la posibilidad de montar una línea de defensa e impediría a la aviación argentina utilizar los misiles Exocet. Al mismo tiempo, los cazabombarderos se verían obligados a ganar altura antes de atacar, exponiéndose así al fuego antiaéreo.
Las posibilidades de Argentina para acudir a rechazar el desembarco se complicaban si este tenía lugar en San Carlos. Este estaba muy lejos de la principal guarnición en Puerto Argentino (a 80 kilómetros), lo cual retrasaría la intervención de una fuerza helitransportada de contraataque. La guarnición de Darwin se encontraba a 35 kilómetros y en caso de intentar un avance contra la cabeza de playa, podía ser detenida por el fuego naval desde el Estrecho y por posiciones establecidas en las alturas Sussex.
El dominio completo del mar y la cobertura aérea podrían proteger el desembarco, al mismo que la gran cantidad de helicópteros disponibles podría agilizar el traslado a tierra de las tropas.

Hasta el final del día [editar] Continuación del desembarco [editar]Los ingleses desembarcaron a la reserva (42º Comando) en Puerto San Carlos para reforzar al 3º Batallón. Mientras tanto, fueron desembarcados los demás tanques livianos y la artillería de campaña, junto a las defensas antiaéreas.

Las dos fracciones argentinas se mantuvieron en sus posiciones, sin que su presencia pudiera impedir el desembarco británico. El parte de Esteban menciona continuo fuego naval y de morteros sobre su posición, pero el objetivo básico de su misión estaba cumplido, pues había dado la alarma sobre la operación de desembarco del enemigo.

A raíz de esta alarma los argentinos enviaron en misión de reconocimiento un avión caza Aermacchi MB-339 desde Puerto Argentino, el cual (alrededor de las 10.00) confirmó la magnitud del desembarco británico y realizó un temerario ataque contra la fragata “HMS Argonaut”, a la que provocó algunos daños. El piloto argentino, teniente Crippa, fue condecorado por esta misión de reconocimiento y ataque.

Una vez confirmada por Crippa la información del desembarco, la aviación argentina lanzó contra la cabecera de playa todo su potencial disponible, pero esto forma parte de lo que se conoce como Batalla del Estrecho de San Carlos.

En tanto, el perímetro de desembarco tuvo su primera victoria al derribar un avión de ataque argentino Pucará. Este había sido enviado desde Darwin y fue derribado por el Escuadrón D del SAS sobre las Montañas Sussex en horas de la mañana.

Consolidación [editar]
Situación al finalizar el día (21 de mayo de 1982)Las dos fracciones argentinas, incomunicadas, se mantuvieron en la zona hasta las horas de oscuridad, cuando les seria más fácil romper el contacto con el enemigo. Los hombres de Esteban abandonaron Puerto San Carlos marchando a través de cerro Bombilla y llegaron a Douglas Paddock el 24 de mayo. Allí lograron restablecer la comunicación con Puerto Argentino, desde donde se envió helicópteros para recogerlos. Luego fueron enviados nuevamente al combate en Darwin-Goose Green, donde cayeron prisioneros al capitular la guarnición.

En cuanto a la Sección Apoyo, un grupo de 11 soldados logró eludir el cerco británico, siendo capturado el resto. Los que lograron salir de la zona marcharon por la parte norte de la isla Soledad, eludiendo las patrullas aeromóviles inglesas y también el contacto con los isleños. El 14 de junio esta fracción, bajo el mando de Reyes, conoció la noticia de la capitulación argentina en el archipiélago y salió al descubierto, rindiéndose a los británicos.

Thompson ordenó que el desembarco general continuara a ritmo sostenido, y así se estableció un hospital de campaña y se desplegaron las baterias de misiles antiaéreos Rapier. El desembarco continuó incluso luego de comenzados los ataques aéreos argentinos, y los marines y paracaidistas ingleses no cesaron de patrullar y reforzar su perímetro. Al final del día unos 3.000 soldados ingleses estaban ya en tierra.

Consecuencias [editar]Las fuerzas británicas mandadas por el brigadier Thompson lograron establecer una cabeza de playa firme para prevenir contraataques terrestres argentinos, pero estos no se produjeron. La estrategia argentina de rechazar el desembarco con la aviación trasladó la lucha al plano aeronaval, permitiendo que las tropas inglesas se reforzaran permanentemente.

El combate de San Carlos fue pequeño en magnitud y significado. Los argentinos no tenían medios para defender la playa ni impedir el desembarco, sino que presentaron una resistencia decidida pero formal, de acuerdo a su misión principal que era dar la alarma si se producía un desembarco enemigo. Las bajas ocasionadas a los británicos significaron una victoria moral extra, pero no afectaron la operación de desembarco; sin embargo el combate ocurrido mostró a los ingleses que los defensores podían ser tenaces, y los convenció de la necesidad de reforzar el perímetro porque una operación terrestre argentina no estaba descartada. Los británicos decidieron no subestimar al enemigo.

El desembarco inglés en San Carlos se llevó a cabo con mucha precisión y organización, incluso cuando se mantenía combate al este de Puerto San Carlos y también cuando comenzaron los ataques aéreos. Las perdidas de helicópteros durante esta acción afectaron en cierta parte su movilidad, pero a nivel general las bajas sufridas en el combate no fueron significativas.

La cabeza de playa británica en San Carlos se consolidó y el 26 de mayo el 2º Batallón de Paracaidistas inició la ruptura hacia el sur, dirigiendo contra la guarnición argentina de Darwin-Goose Green. A partir de allí San Carlos dejó de ser cabeza de playa.

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