martes, 3 de agosto de 2010

VALOR ESTRATEGICO EN UN CONFLICTO FUTURO


A partir del advenimiento del proceso descolonizador en 1960,Gran Bretaña comenzo a adecuar a el la relacion con sus colonias mediante acuerdos, concesiones y cualquier otro tipo de arreglo que le permitiera desprerse de ellas, manteniendo en todo los posible el control economico y politico o, por lo menos, las condiciones necesarias para desarrollar sus negocios en la misma o parecida en forma en que lo hacia antes del comienzo de ese proceso.
La perdida de sus posesiones coloniales continentales significo para Gran Bretaña, en buena medida,la perdida de bases militares que le permitieran proyectar un control estrategico sobre las areas focales mas importantes en todos los continentes.No obstante , conservo una serie de posesiones insulares que, utilizadas adecuadamente, pueden reemplazar a aquellas.Resulta de interes para los argentinos recordar cuales son esas islas en el Atlantico Sur: Ascension, San Elena, Tristan de Cunha y Gough,las que controla sin discusion.Y Malvinas,Georgias del Sur y Sandwich del Sur,cuya soberania reclama la Argentina.Ademas mantiene un reclamo de soberania sobre las islas Orcadas del Sur y las Shetland del Sur,que coincide con el que formulan la Argentina y Chile sobre esos mismos archipielagos.Como se puede apreciar, estas posesiones constituyen una cadena de bases militares potenciales que, llegado el momento, pueden constituir los puntos claves de una estrategia de dominio del Atlantico Sur.
De hecho, Ascension como las Malvinas son bases militares actualmente en operacion, que permiten en buena medida el control de los accesos del Atlantico Sur,tanto desde el Norte como desde el Sur.En un eventual conflicto futuro, quien posea una base aeronaval en Malvinas tendra la posibilidad de controlar el pasaje entre el Atlantico y el Pacifico.Tal posibilidad seria naturalmente mas valiosa si el canal de Panama quedara inutilizado por cualquier circunstancia.
Desde otr punto de vista, importa tambien considerar el valor estrategico que pueden adquirir las Malvinas en el caso de un conflicto en el que resulte necesario para Estados Unidos asegurar una ruta maritima que,bordeando el Cabo de Buena Esperanza, se dirijia a los Estados Unidos, no por el camino mas corto sino por el que resulte mas seguro, es decir,el proximo a las costas sudamericanas de la Argentinas, Uruguay y Brasil.

Sacado del Libro: malvinas - conflicto vigente Carlos Busser

miércoles, 14 de julio de 2010

EL PILOTO INGLES JEFF GLOVER CAPTURADO EN MALVINAS


El 21 de mayo de 1982, el piloto de la Royal Air Force Jeff Glover despegó del portaaviones Hermes con la misión de arrojar sus bombas de racimo sobre posiciones argentinas en Port Howard, la "capital" de la casi inhabitada Gran Malvina -rebautizada Puerto Yapeyú durante la guerra-. Sería su última misión: Glover evitó lanzar las bombas al ver asentamientos civiles demasiado cerca de su blanco, y al hacer un segundo sobrevuelo para sacar fotos de reconocimiento, su Harrier fue alcanzado por un misil Blowpipe lanzado por comandos argentinos. Volaba a mil kilómetros por hora cuando sintió tres explosiones en su máquina, que empezó a dar vueltas a gran velocidad totalmente fuera de control. Glover logró eyectarse con éxito, pero fue apresado y se convertiría en el único prisionero de guerra inglés que estuvo en esa condición hasta después incluso de terminado el conflicto.

A 28 años de la toma de Puerto Argentino, Glover, casualmente nacido un 2 de abril pero de 1954, contó por primera vez su historia en el documental "Desobediencia debida", que la cineasta argentina Victoria Reale acaba de terminar luego de cuatro años de investigación y rodaje, con asistencia de dirección y entrevistas de la periodista Nora Sánchez. La película incluye el largo testimonio que el ex piloto de caza concedió en Stamford, Inglaterra, donde vive. Glover se retiró de la RAF en 1996 y desde entonces es piloto comercial.

"Los soldados argentinos me fueron a buscar y me sacaron del agua, y ése fue el fin de la guerra para mí", narra Glover frente a la cámara.

Pero la película es una indagación también del trato que recibió el británico como prisionero de guerra, por parte de las mismas Fuerzas Armadas que se habían hecho del poder absoluto en 1976 y ejecutado el terrorismo de Estado.

Reale, la directora del documental, es hija del ex médico del Ejército Luis Reale, quien con grado de mayor fue jefe de la Compañía de Sanidad 3 en Port Howard, y el primer médico en atender a Glover, herido en el rostro y con una luxación en el hombro. El dato biográfico que une a la directora con uno de los protagonistas de esta historia es el anticipo de una revelación, que explica el título del documental: el ex médico militar y veterano de Malvinas cuenta que al comunicarse con el comando de su Brigada para informar que tenía en su poder al piloto herido, "inmediatamente me indican que lo presione para tratar de ubicar la posición del portaaviones ... Jamás procedí a actuar como me habían pedido. Mi labor profesional es como médico", relata Reale, que dejó el Ejército poco después de volver al continente.



Glover, en la actualidad - Foto Diario Clarín

"Papá se negó a responder en cámara que quería decir con 'presionar'. ¿Se refería a torturar? ¿Podía su jefe el general (Omar) Parada desconocer semejante orden?", interroga sugestivamente la voz en off de la directora.

Glover nada supo de esto, aunque admite que prefería ser prisionero de la Fuerza Aérea ya que había "leído sobre los desaparecidos a manos del Ejército" en los años previos.

El piloto prisionero fue llevado luego a Goose Green, y poco después trasladado junto a otros heridos argentinos al continente, antes de la caída de Puerto Argentino. Estuvo en Comodoro Rivadavia, y después en la base áerea de El Chamical, La Rioja.

Del otro lado, los británicos retenían a Alfredo Astiz, rendido en las Georgias y exigían la liberación de Glover que, intervención de la Cruz Roja Internacional mediante, fue liberado en Montevideo recién el 8 de julio.

Cuando Astiz fue la prenda de cambio
Cuando Jeff Glover pensó que lo llevaban a Buenos Aires para liberarlo, aterrizó en El Chamical, donde lo tuvieron casi escondido. Fue donde peor la pasó. Hasta que lo visitó Massimo Cataldi, de la Cruz Roja, y tuvo certeza de que "el mundo exterior sabía que yo estaba vivo". En medio hubo una disputa entre la Fuerza Aérea y el Ejército por quién se quedaba con el piloto, todo un trofeo de guerra. El documental "Desobediencia debida" da cuenta de que la Junta Militar tardó en blanquear al piloto prisionero; por eso los británicos, que habían capturado al marino Alfredo Astiz en las Georgias -que ya empezaba a ser emblema de la represión ilegal- lo retuvieron más de la cuenta como forma de proteger a Glover.

Curiosidad de testimonios que no coinciden: el ex conscripto Enrique Gordillo, que custodió a Glover en El Chamical, asegura que su alimentación era abundante, e incluso que jugaban con él al ping-pong. Glover sostuvo en cambio que jamás tuvo relación con los guardias ni jugó ping-pong, lo que califica de "ridículo" a causa del yeso que llevaba por su lesión en el hombro.

HUNDAN AL PROTAAVIONES



A fines de abril de 1982, mientras los submarinos
nucleares británicos tomaban posición en el Atlántico
Sur, se produjo un intenso debate sobre los medios
para neutralizar la principal amenaza argentina:
el portaaviones ARA 25 de Mayo. El submarino HMS
Splendid estaba en condiciones de lograrlo. Pero la
Regla de Enfrentamiento 206 se lo impedía.
¡HUNDAN EL
PORTAAVIONES!
235
Boletín del Centro Naval
Número 817
Mayo/agosto de 2007
Recibido: 4.4.2007
30 de diciembre de 1943. Los operarios del astillero
inglés Cammell Laird & Co. festejaban la botadura del portaaviones HMS Venerable para
la Royal Navy. Llegaría a principios de 1945 para contribuir al esfuerzo bélico aliado en los
tramos finales de la Segunda Guerra Mundial. Difícilmente se hubiera podido imaginar entonces
que casi cuarenta años después, ese mismo buque sería frenéticamente buscado por los
periscopios de los submarinos de la propia Royal Navy para enviarlo al fondo del océano.
Durante el conflicto de Malvinas en 1982, la amenaza más importante a las intenciones británicas
de recuperar las islas la constituía el portaaviones ARA 25 de Mayo –incorporado a la
Armada Argentina en 1969, si bien para entonces el buque había sufrido el paso del tiempo
y dificultades en su mantenimiento. Su componente aéreo, cazabombarderos Skyhawk, aviones
antisubmarinos Tracker y helicópteros, enfrentaba serios problemas en su operatividad
originados en el embargo de armas dispuesto por los EE.UU. pocos años antes. El desafío
para los servicios de inteligencia británicos era determinar si los aviones Super Etendard, con
sus mortíferos misiles Exocet, estaban operativos y si podrían utilizar el ARA 25 de Mayo para
operar en alta mar.
Luego de varios informes contradictorios, el Comité Conjunto de Inteligencia británico
había llegado a una conclusión para el 19 de abril: los Super Etendard no podrían ser uti-
Alejandro J. Amendolara es
abogado especialista en Derecho
de las Telecomunicaciones e
investigador sobre el Conflicto
por las Islas Malvinas de 1982.
Ha publicado varios artículos
sobre la actuación del submarino
ARA Santa Fe en el diario
La Nación y en la revista especializada
Warship World de Gran
Bretaña. Actualmente se encuentra
preparando la tesis para su
Maestría en Historia
de la Guerra sobre aspectos
del Conflicto del Atlántico Sur.
236
lizados desde el portaaviones sino que se
emplearían desde las bases terrestres. Con
ello, la amenaza parecía reducirse. Pero
aún quedaban sus aviones cazabombarderos
Skyhawk A-4, con un radio de acción
máximo de 500 millas náuticas, suficiente
para preocupar al almirante Sandy Woodward,
comandante de la Fuerza de Tareas
Británica. De alguna forma, los británicos
debían neutralizar el portaaviones.
Pocos días antes, el 12 de abril, el submarino
HMS Spartan había llegado a las aguas
próximas a Puerto Argentino, luego de 11
días de navegación desde su base en Escocia.
Con su arribo se hizo efectiva la Zona
de Exclusión Marítima (ZEM), anunciada por
los británicos el 9 de abril, consistente en
un círculo de 200 millas náuticas de radio a
partir de un punto ubicado aproximadamente
en el centro de las islas. Pero esta regla
sólo se aplicaba a buques argentinos. Esta
restricción sería “sin perjuicio del derecho
del Reino Unido de tomar cualquier medida
adicional que se requiera en ejercicio de su
derecho a autodefensa, en los términos del
artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas”,
cláusula adicional que acompañaba el
anuncio de la ZEM.
Dos días más tarde —14 de abril—, el comandante
del HMS Splendid, Commander Roger
Lane-Nott, envió un mensaje a Northwood (1)
anunciando que se encontraba en posición entre las islas y el continente. Poco más tarde se
le ordenó dirigirse más al norte para localizar al ARA 25 de Mayo.
La Royal Navy presionaba al Gabinete de Guerra para tener Reglas de Enfrentamiento (2) más
flexibles. Los submarinos nucleares (SSN) no podían atacar buques de superficie a menos
que fuera en defensa propia, pero sí a submarinos convencionales que fueran detectados. El
Gabinete de Guerra se reunió en la mañana del 22 de abril y discutió que si se decidía interceptar
al grupo del portaaviones con uno de los submarinos, a éste le tomaría unas 36 horas
para llegar a la posición estimada. Entonces, se consideró que como no podía ordenarse un
ataque sobre el portaaviones con las reglas de enfrentamiento existentes, no tenía sentido
emplear un SSN sólo para exploración.
Pese a ello, el 23 de abril, el HMS Splendid detectó el portaaviones navegando hacia el sur a
pocas millas de la costa desde su base de Puerto Belgrano. Como el submarino se encontraba
muy alejado de la ZEM, no podía atacarlo. Inmediatamente transmitió un mensaje para
obtener el cambio en las Reglas de Enfrentamiento y así atacar al buque. Al recibir el rechazo
de su pedido, el comandante del submarino recuerda: “Fue un momento extremadamente
frustrante. Realmente pensé que lo tenía”. El HMS Splendid debió abandonar el contacto.
Ese día se envió un mensaje de advertencia al gobierno argentino, difundido ampliamente en
los medios: El Gobierno de Su Majestad desea dejar en claro que cualquier aproximación
por parte de buques de guerra argentinos, incluyendo submarinos, embarcaciones auxiliares
o aviones militares que puedan constituir una amenaza e interferir con la misión de las
¡HUNDAN EL PORTAAVIONES!
Portada del diario
inglés The Sun del
17 de abril de 1982,
anunciando que el
portaaviones ARA 25
de Mayo encabezaba
la flota argentina
para interceptar los
buques de la Fuerza
de Tareas británica.
(Colección del autor)
(1)
Cuarteles de las Fuerzas Armadas
Británicas para el planeamiento y
conducción de operaciones militares
de ultramar.
(2)
Reglas de Enfrentamiento: Directivas
emitidas por la autoridad política/
militar competente que
determinan las circunstancias y
limitaciones bajo las cuales las
fuerzas propias inician y/o continúan
el combate contra otras
fuerzas enfrentadas.
fuerzas británicas en el Atlántico Sur, se
enfrentarán a una respuesta adecuada.
Ante la proximidad de la Fuerza de Tareas
a las Malvinas y los nuevos informes de
inteligencia, el día 24 se ordenó nuevamente
al HMS Splendid realizar exploración
y prepararse para acciones ofensivas
contra el portaaviones.
El 26 de abril, a la altura de Comodoro Rivadavia,
el HMS Splendid avistó a dos destructores
argentinos, el ARA Hércules y el ARA
Santísima Trinidad, navegando hacia el sur a
lo largo de la costa argentina, acompañados
de tres fragatas armadas con misiles Exocet.
Luego de una persecución de 24 horas, inexplicablemente,
recibió la orden de suspender
la persecución para ir a buscar el portaaviones
más hacia el norte. “No podía entender
por qué querían que me alejara de los
escoltas, cuando en el curso normal —por
definición— el portaaviones debía reunirse
con ellos o viceversa”, manifestó Lane-Nott.
Ese mismo día se presentó en Chequers (3) la
necesidad de preparar específicamente un
ataque sobre el portaaviones. Todos los
ministros coincidían en que resultaba esencial
proteger a la fuerza anfibia de desembarco
en el momento de máximo peligro. El
primer paso era el cierre de la pista aérea de
Puerto Argentino para evitar que cualquier aeronave pudiera interferir en un desembarco. El
ARA 25 de Mayo quedaría entonces relegado para un delicado segundo paso.
En esa reunión del Gabinete de Guerra, el Primer Lord del Almirantazgo, Sir Henry Leach,
advirtió que las defensas aéreas británicas podrían quedar muy expandidas de no neutralizar
el portaaviones. John Nott, secretario de Defensa, se preocupaba por la “horrible lógica” que
veía con el ataque a los aeropuertos como una movida después de aquélla. William Whitelaw,
secretario de Interior, se preguntaba si la opinión pública estaba lista para el hundimiento de
un portaaviones. Mientras que la Primer Ministro, Margaret Thatcher, tenía la visión de que
sería más aceptable que los ataques sobre los aeródromos, que podían ser interpretados
como poniendo en riesgo a civiles. Si bien Leach compartía la posición, insistió en que era
esencial anular el portaaviones para la seguridad de la fuerza anfibia, y que se necesitaba
hacerlo a más tardar para el 3 de mayo. Se asumió que era una decisión muy trascendente
como para tomarla en ese momento, por lo que en una nueva reunión Nott debía presentar
las Reglas de Enfrentamiento apropiadas por si resultaba necesario atacar al portaaviones, y
sobre la posibilidad de realizar una advertencia previa al gobierno argentino.
Resultaba esencial para la seguridad de la Fuerza de Tareas británica que se tomaran medidas
preventivas para neutralizar un ataque. Al día siguiente —27 de abril—, Lewin propuso un borrador
que incluía: la naturaleza, alcance y tiempos de la amenaza impuesta por el portaaviones;
las operaciones disponibles para el Comandante de la Fuerza de Tareas para proteger la fuerza
anfibia; las implicancias de inducir la amenaza, ya sea autorizando ataques preventivos o declarando
zonas especiales; las ventajas y desventajas de otorgar una advertencia de las intenciones
británicas, y la acción a tomar en relación a los sobrevivientes de un eventual ataque.
BCN 817 237
Portada del diario
inglés Daily Mirror
del 5 de abril de 1982,
mostrando a los
portaaviones ARA 25 de
Mayo y HMS Invincible
como los buques “en
curso de colisión para
la guerra”.
(Colección del autor)
(3)
Residencia campestre del
primer ministro británico,
ubicada al sudeste de Aylesbury,
Buckighamshire.
Entonces surgió el problema más crítico: la
Regla de Enfrentamiento 206. Bajo esta
regla, se delegaba la autoridad para asumir
que el ataque de una unidad enemiga era el
primero de un conjunto de ataques múltiples
coordinados. Así, se podría atacar a todas las
“unidades amenazantes” para reducir el
eventual riesgo sobre la Fuerza de Tareas. El
alcance del concepto “unidad amenazante”
podría variar, pero en casi todos los supuestos
incluía el portaaviones. Pero la regla
–que aparentaba ser suficiente— sólo se
aplicaba a aeronaves o buques de la Royal
Navy, no a los submarinos.
El día 28, el Gabinete de Guerra recibió un
informe que describía la amenaza del ARA
25 de Mayo: Los argentinos tienen un portaaviones
viejo. De todas formas, puede llevar
de 7 a 9 Skyhawks y, posiblemente,
hasta 5 aviones Super Etendard. Ambos
tipos de aeronaves tienen capacidad para
montar ataques aire-superficie y aire-aire a
una distancia de 400 millas del portaaviones.
Los 6 aviones Tracker pueden realizar
operaciones de vigilancia hasta 500 millas
del portaaviones, otorgándole la capacidad
para dirigir otras unidades aéreas o navales
hacia posiciones de ataque, al igual que
emplear en ofensiva sus aviones propios.
La mejor defensa era “neutralizarlo”, atacándolo
en alta mar donde quiera que estuviera. Pero, mientras el ataque en alta mar brindaba
la “más económica y certera perspectiva de neutralizar la amenaza”, el Ministerio de Defensa
reconocía que sería difícil de establecer la “base legal para semejante acción, y que la
reacción a ello podría ser perjudicial”. La recomendación era para la decisión de hundir al
portaaviones una vez que una unidad argentina atacara.
Ese mismo día, con la imposición de la Zona de Exclusión Total (ZET), llegaron las nuevas
Reglas de Enfrentamiento. Se dividió la ZET en cuatro cuadrantes y se ordenó su patrulla a
los tres submarinos en el área. Ningún submarino podría ingresar en las áreas asignadas a
los otros, salvo que estuviera en “persecución caliente” de un buque enemigo.
Para la tarde del 30 de abril, se reunió nuevamente el Gabinete de Guerra, esta vez con un
asesor legal del Ministerio de Relaciones Exteriores. Éste dijo que cualquier amenaza debía
ser demostrable. Sólo podía usarse la fuerza si el portaaviones estaba lo suficientemente
cerca para montar un ataque aéreo. El Jefe de Estado Mayor de Defensa, Sir Terence Lewin,
cuya visión era cercana a la de Leach, argumentaba como peor caso que el portaaviones
podría cubrir 500 millas en un día y que además llevaba aviones con un radio operativo de
500 millas, con lo que siempre estaría en condiciones de amenazar a la Fuerza de Tareas.
“Tuvimos cierta dificultad en persuadir a los ministros que el 25 de Mayo era un buque con
cañones de 250 millas de alcance”, escribiría más tarde Lewin. Así, el Gabinete entendió que
resultaría suficiente la advertencia abierta del 23 de abril para que los argentinos no interfirieran
con la misión de la Fuerza de Tareas, con lo que prevaleció la visión de Lewin.
De este modo, el Gabinete de Guerra decidió cambiar las Reglas de Enfrentamiento para per-
238 ¡HUNDAN EL PORTAAVIONES!
Portada del diario inglés
The Sun del 16 de abril
de 1982, con el titular
“Aquí viene el enemigo”,
con expresiones del
Ministerio de Defensa
británico sobre “indicios
que sugieren que la flota
argentina navega al sur”.
(Colección del autor)
mitir a todas las fuerzas atacar al portaaviones
fuera de la ZET —incluyendo los
submarinos nucleares—, aun si no hubiera
habido un ataque previo sobre la Fuerza
de Tareas, excepto que estuviera al
norte del paralelo 35° S y al oeste del
meridiano 48° O (en triángulo con la
costa de Uruguay), o dentro de las 12
millas de la costa argentina. Nott
expresó más tarde que “ya le habíamos
dado al almirante Woodward las reglas
de enfrentamiento, permitiéndole atacar
al portaaviones argentino 25 de Mayo
donde quiera que lo encuentre, dentro o
fuera de cualquier zona de exclusión”. Si
el portaaviones era detectado, su suerte
estaría echada.
Temprano en la mañana del 1° de mayo,
se recibió un nuevo informe de inteligencia
sobre la posición del ARA 25 de
Mayo, con lo que desde el Cuartel de
Northwood se emitió un mensaje de
radio al Splendid y al Spartan para buscar
el portaaviones. Por problemas en
sus comunicaciones, el Splendid no recibió
inmediatamente el mensaje. Por su
lado, si bien el Spartan recibió el mensaje,
su comandante, Commander James
B. Taylor, asumió que el portaaviones se
encontraba en el cuadrante del Splendid,
con lo que se inhibió de dirigirse a la
posición estimada. El portaaviones argentino —sin saberlo— se escabullía una vez más.
Ante la ausencia de noticias sobre la posición del portaaviones, Woodward ordenó que sus
aviones intentaran la búsqueda. A las 03.30 de la madrugada del 2 de mayo despegó uno de
los Sea Harrier, piloteado por el Flight Lieutenant Ian Mortimer, del 801 Squadron a bordo del
HMS Invincible, quien, a 200 millas al noroeste de la Fuerza de Tareas, había encontrado con
su radar lo que aparentaba ser el ARA 25 de Mayo y sus buques escolta, regresando apresuradamente
al portaaviones. Entonces, Woodward concluyó —acertadamente—, que el grupo
del portaaviones estaba planeando un ataque al amanecer. En efecto, en el ARA 25 de Mayo
se estaban alistando las aeronaves para realizar un ataque al amanecer —si bien la misión
se canceló poco después y el buque y sus escoltas pusieron proa hacia el continente—. Pero,
esto era sólo la mitad del problema.
El grupo del crucero ARA General Belgrano que se aproximaba por el sudoeste era la otra
mitad de la amenaza. La única opción que se presentaba a los británicos era eliminar uno
de los brazos de la pinza. La elección recayó sobre el crucero, perseguido silenciosamente
por el submarino HMS Conqueror, al mando del Commander Chris Wreford-Brown. Woodward
remarcó: “Me encuentro obligado a decir que, si aun el Spartan hubiera estado en contacto
con el 25 de Mayo, hubiera recomendado en la forma más enfática posible de atacar
ambos esa noche”.
Ese mismo día 2, en una reunión informal en Chequers de la mayoría de los miembros del OD
(SA) (4), siguiendo una revisión previa de la situación por los Jefes de Estado Mayor, se cambiaron
las reglas para “permitir ataques sobre cualquier embarcación naval argentina en alta
BCN 817 239
Submarino HMS
Splendid (S106), de la
clase Swiftsure, botado
en octubre de 1979.
Foto autografiada por
Cdr. R. C. Lane-Nott.
El submarino zarpó de
su base de Faslane
hacia el sur el 1° de
abril de 1982.
(Colección del autor)
(4)
OD (SA): Defense and Oversea
Policy Committee, Subcommittee
on the South Atlantic and
Falkland Islands.
mar”, tal como el 30 de abril se había acordado
sólo para el ARA 25 de Mayo. El destino
del Belgrano quedaba así sellado.
“Existía una clara amenaza militar de la cual
no podíamos hacer caso omiso sin pecar de
irresponsabilidad”, manifestó Thatcher. “Fue
una de las decisiones más fáciles de toda la
guerra”, expresó Nott. La decisión se tomó
tan sólo dos horas antes de que comenzara
en Washington la reunión entre el Secretario
de Relaciones Exteriores, Francis Pym, y Alexander Haig, quien le presentaría a aquél la propuesta
de paz peruana.
Al atardecer del 2 de mayo la amenaza había terminado. Los temores sobre la efectividad de
los submarinos nucleares se habían materializado. La Flota de Mar argentina se replegó a
aguas poco profundas, sin que se le presentara en el resto del conflicto otra oportunidad
favorable para un nuevo ataque decisivo. El ARA 25 de Mayo, con problemas de propulsión,
quedó al resguardo en aguas poco profundas, no sin antes desembarcar su componente
aéreo para continuar la lucha desde bases terrestres.
La respuesta llegaría dos días después, pero desde el aire, y la víctima sería el destructor
británico HMS Sheffield. n
BIBLIOGRAFÍA
n The Official History of the Falkland Campaign, vol. II, por Sir LAWRENCE FREEMAN, Routledge, Londres, 2005.
n We Come Unseen, por JIM RING, John Murray Publishers, Londres, 2001.
n The Silent Service, por JOHN PARKER, Headline, Londres, 2001.
n Los Años de Downing Street, por MARGARET THATCHER, Editorial Sudamericana, Buenos Aires,1994.
n Here Today, Gone Tomorrow, por Sir JOHN NOTT, Politico’s Publishing, Londres, 2002.
n Lewin of Greenwich, por RICHARD HILL, Cassell & Co., Londres, 2000.
n Los Cien Días, por SANDY WOODWARD, Editorial Sudamericana, 1992.

CAPITAN GIACHINO



Nació el 28 de mayo de 1947 en la Provincia de Mendoza, donde realizó sus estudios primarios y secundarios. Ingresó a la ARMADA ARGENTINA el 3 de febrero de 1964 como cadete del Curso Preparatorio de la ESCUELA NAVAL MILITAR.
En dicho Instituto se destacó por sus cualidades deportivas y su envidiable sentido del humor. Se inclinó por la Infantería de Marina, destacándose rápidamente por su elevado espíritu militar. Luego de finalizar el Viaje de Instrucción a bordo de la Fragata A.R.A. "LIBERTAD", se recibió de Guardiamarina de Infantería de Marina el 30 de diciembre de 1967, integrando la Promoción 96 de cadetes navales.
- En febrero de 1968 realizó un intensivo curso de Comandos para infantes de Marina en Tierra del Fuego. El entonces Guardiamarina GIACHINO ya se destacaba y se perfilaba como líder nato.
- Su primer destino fue el BATALLÓN DE INFANTERÍA DE MARINA N° 5 Ec.
- Recibió instrucción básica de andinismo en la ESCUELA DE ANDINISMO DEL EJERCITO ARGENTINO, en SAN CARLOS DE BARILOCHE. Luego fue trasladado al BATALLÓN DE INFANTERÍA DE MARINA N° 3, en la Ciudad de ENSENADA.
- Sus inclinaciones por el combate en circunstancias especiales, lo llevaron a realizar el curso de Reconocimiento Anfibio en el año 1970.
- En 1971 aprobó el curso de Comandos para Personal Superior en la ESCUELA DE INFANTERÍA DEL EJERCITO ARGENTINO, en el que sobresalió por sus condiciones profesionales.
- Completó su formación como comando anfibio al calificarse como paracaidista militar en la BRIGADA DE INFANTERÍA AEROTRANSPORTADA DEL EJERCITO ARGENTINO, en la Provincia de CÓRDOBA.
- Ascendió a Teniente de Navío el 31 de diciembre de 1975, aprobando al año siguiente el curso de Capacitación para Oficiales de Infantería de Marina en la ESCUELA DE OFICIALES DE LA ARMADA, en la BASE NAVAL PUERTO BELGRANO, donde evidenció su sólida formación profesional, así como su proverbial espíritu de compañerismo.
Luego, en el BATALLÓN DE INFANTERÍA DE MARINA N° 1 fue Jefe de una Compañía de Tiradores. Posteriormente ocupó el cargo de Jefe de Operaciones de la AGRUPACIÓN COMANDOS ANFIBIOS y más tarde el de Ayudante del Jefe de Operaciones e Inteligencia de la FUERZA DE APOYO ANFIBIO. El 31 de diciembre de 1981, ya como Capitán de Corbeta, asume su último cargo: Segundo Comandante del BATALLÓN DE INFANTERÍA DE MARINA N° 1, en la BASE DE INFANTERÍA DE MARINA BATERÍAS.
Para las operaciones de recuperación de nuestras Islas MALVINAS, GIACHINO fue Jefe de una patrulla de Comandos Anfibios y Buzos Tácticos que desembarcó el 1 de abril de 1982 durante la noche, en una playa al Sur de PUERTO ARGENTINO. Su misión era lograr la rendición del Gobernador británico antes de que el grueso de las tropas argentinas irrumpiera en la localidad. Con ello GIACHINO debía evitar un sangriento e inútil combate en plena planta urbana.
La patrulla desembarcó desde el Destructor A.R.A. "SANTÍSIMA TRINIDAD", logrando llegar a las playas en botes de goma; las fuerzas enemigas de la zona no advirtieron el desembarco nocturno de los hombres de GIACHINO.
A las seis de la mañana del 2 de abril de 1982, GIACHINO rodeó con sus hombres la casa del Gobernador británico y le intimó rendición; los británicos, sorprendidos, abrieron luego sobre la patrulla. Tal como prescribían las órdenes recibidas, GIACHINO procedió sin provocar bajas ni danos al oponente; sin duda, estas órdenes son las más difíciles que pueda recibir un militar, pero GIACHINO estuvo a la altura de las circunstancias.
Repite varias veces su intimación; los británicos redoblaron sus disparos sin dar indicación de tregua alguna.Treinta minutos después, la primera ola de asalto de la Fuerza de Desembarco Argentina toca tierra en las playas distantes unos siete kilómetros de donde GIACHINO estaba tratando de lograr la rendición del Gobernador. La recuperación de las Islas se estaba consumando. Pocos minutos después, los vehículos anfibios blindados de la Infantería de Marina Argentina rodaban hacia PUERTO ARGENTINO, mientras naves de la FLOTA DE MAR hacían ver sus siluetas en la bahía.
Si las tropas argentinas entraban a la localidad, se iniciaría el combate con los británicos en el mismo pueblo, circunstancia que debía evitarse a toda costa. GIACHINO supo que debía actuar para impedirlo, de acuerdo con sus órdenes. En su condición de Jefe, tornó la decisión más importante de su vida. En la evidencia de la inutilidad de lograr la rendición británica, avanzó solo hacia el interior de la casa del Gobernador, derribó una puerta. Una ametralladora enemiga le hizo fuego a quemarropa, cayó hacia atrás. Gritó a sus hombres que se cubrieran.
Su segundo (Teniente de Fragata DIEGO GARCÍA QUIROGA) quiso sacarlo de la línea de fuego, recibiendo a su vez una descarga que lo hirió gravemente. El cabo enfermero URBINA intentó rescatar a sus dos jefes, siendo también herido; aun así, logró dar los primeros auxilios a los oficiales y a sí mismo. La presión de la situación general, motivó al Gobernador británico a ordenar la suspensión del fuego y pedir parlamento.
La misión del Capitán GIACHINO se había cumplido: el Gobernador se rindió antes de que las tropas argentinas hicieran su entrada a PUERTO ARGENTINO. El precio fue la vida de nuestro héroe, quien muere minutos después a causa de las severísimas heridas recibidas. Sus últimas palabras fueron para su esposa CRISTINA y sus dos hijas, VANESA y CARINA.Ascendido "Post Mortem" al grado de Capitán de Fragata de Infantería de Marina. Sus restos descansan en MAR DEL PLATA, donde reside su familia. Fue condecorado "Post Mortem" con la máxima distinción que otorga la NACIÓN ARGENTINA: "LA CRUZ AL HEROICO VALOR EN COMBATE".
La ARMADA ARGENTINA reconoce en el Capitán GIACHINO al arquetipo del jefe, que lidera a sus hombres en combate asumiendo personalmente los riesgos mayores y que, ante órdenes recibidas, las ejecuta puntillosamente, aun a costa de su propia vida. No delegó en sus subordinados la tarea más peligrosa. La tomó para sí, lo que es privilegio de los grandes.



Fuente:
http://estudiantesargentinos.blogspot.com/2008/05/pedro-edgardo-giachino.html

miércoles, 7 de julio de 2010

Presentación Libro Dios en las Trincheras

LIBRO "DIOS EN LAS TRINCHERAS"



el padre salesiano y (VGM)Vicente Martínez Torrens, presentó en el auditorio del Hotel de Turismo, de la localidad de Monte Caseros, Corrientes, el libro DIOS EN LAS TRINCHERAS, un conmovedor relato de sus vivencias, a través de imágenes tomadas con su cámara de fotos,que mostraron no sólo situaciones comunes en toda guerra-miserias y dolor-sino el heroísmo y la permanente fe que prevaleció durante la misma; eligió esta ciudad invitado por los veteranos del regimiento de infantería 4, como agradecimiento por haber devuelto hace 26 años, la gloriosa enseña que defendieron en Malvinas.

En el lugar, situado a orillas del río Uruguay y al este de la localidad de Bella Unión,Brasil, estuvieron presentes el intendente,ingeniero Eduardo Omar Cornaló, y todo su gabinete, el jefe del Centro de Adiestramiento Operacional (CAO), coronel y (VGM) Roberto Oscar Reyes, el jefe del regimiento mecanizado 4 (RIM), Juan Carlos Marocero; veteranos de las tres Fuerzas,soldados en actividad e integrantes de la comunidad de Monte Caseros.

Al promediar la mitad del evento,un corte general de energía eléctrica apagó las luces. Nadie se movió. No se escuchó ningún murmullo. El Padre continúo hablando,a oscuras, como en Malvinas.Un clima de intensa espiritualidad,acompanó a todos los presentes.Dios estuvo allí.Al encenderase las luces, y en el transcurso de tres horas las emociones permanecieron, en los ojos del Padre,y de cada hombre y mujer que asistieron.

Al finalizar, el presidente del Centro de Veteranos de Ava Naró, Pablo Córdoba, le manifestó al Padre:"Usted sabe que los veteranos estamos acostumbrados a muchos conflictos,no sólo en 1982, sino en la búsqueda permanente de nuestra identidad,y que los argentinos han demostrado ser una estirque que unidos podemos hacer muchas cosas, con lo que se tiene, con lo que se puede.Nosotros somos testigos oculares de haber defendido nuestro patio delantero, o trasero, según para quien lo mire-para mí el delantero- porque en lo personal nadie me obligó ir a Malvinas.Queda mucho por hacer, pero siempre con la verdad. Por eso, nos hemos juntado el pueblo con sus instituciones-Municipalidad y Ejército Argentino-para mantener la cultura de nuestra región, y ser los trasmisores a las futuras generaciones, que el pueblo argentino ha sido valiente en muchas cosas.Chicos de 18 y 20 años años se han enfrentado a grandes potencias,y "estos indios" las hicieron temblar, con el espíritu y la guía de Dios; y eso se ve con claridad en toda su obra.Yo le quiero agradecer, en nombre de mis compañeros y en el de todas las Instituciones que les nombre, el hecho de que hoy usted pueda mostrar aquí, este hermoso material".

La respuesta del Padre, no se hizo esperar:"El venir acá, soy yo quien les debe agradecer a ustedes.Para mí Monte Caseros es el cofre de mi bandera,porque ella está en mi corazón. Gloria a los heróes que murieron y honor a los que volvieron, para ser testigos de esa gloria, que son ustedes. A mí, no me pueden desmentir esto porque soy el testigo de esos hechos".

El auditorio estalló, pero esta vez no fueron bombas, granadas,o armas trazantes; eran interminables aplausos de agradecimiento hacia el Padre. EL 27 de octubre de 1982,Martinez Torrens,llegó a Montes Caseros con una caja, que guardaba un preciado tesoro: la bandera de guerra del regimiento 4,que lucía las distinciones por su participación en el Sitio de Montevideo, Tupiza, Combate de los Pozos, Combate de Uruguayana, Estero Bellaco, Combate de Humaitá, Lomas Valentinas, Guerra del Chaco y Malvinas, que escondió y trajo desde las Islas.

Para mi ser partífice de la llegada del Padre a Monte Caseros,cerró un círculo que se abrió el 8 de marzo de 2007, cuando el sargento y encargado del Museo del Regimiento, Ceferino Moschen, me relató la historia de la bandera del RI 4.Sin embargo, a partir de hoy se abrieron muchas más.

Relatos de Malvinas 3