El Capitán de Corbeta Roberto Curilovic y el Teniente de Navío Julio Barraza era la siguiente pareja designada para cumplir una misión y su oportunidad llegó el día 25 de Mayo.
En la penumbra del alba, recibieron instrucciones para atacar un blanco que se estimaba a unas 110 millas al noroeste de Puerto Argentino. Debían volar hacia el noroeste desde Rio Grande para encontrarse con los KC-130. Tenían entonces que poner rumbo al este y luego virar al sur, para caer sobre el blanco.
Para asegurar que el ataque desde el norte fuese una completa sorpresa, los Super Etendard debían pasar a no menos de 100 millas del extremo septentrional de Malvinas.
Curilovic y Barraza estaban efectuando las últimas verificaciones en sus cábinas cuando se les aviso que el KC-130 no estaría disponible hasta la tarde.
Finalmente despegaron y el reaprovisionamiento en vuelo se hizo sin problemas y a unas 150 millas del blanco descendieron a 10 metros sobre las olas. Ante la sorpresa de los pilotos su primera exploración con radar fue positiva y se detectaron 2 barcos grandes y uno más pequeño, tal como se había previsto.
El resto fue fácil, pues después de haber elegido la mayor de las 3 imágenes los 2 Exocets fueron lanzados simultáneamente.
La Fuerza de Tareas británica parece haber recibido una alerta con 6 minutos de anticipación de que estaba siendo atacada y en ese lapso se pusieron en acción todas las medidas anti-Exocets. Sin embargo pese al despegue de varios helicópteros con equipos para interferir radares, uno de los misiles hizo impacto en el "Atlantic Conveyor" y éste al igual que el "Sheffield" se incendió y hundió.
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